A las 9:53 de la mañana del 18 de julio de 1994, una explosión devastadora sacudió el edificio ubicado en el barrio de Once, dejando un saldo de 85 muertos y más de 300 heridos. Tres décadas después, el dolor sigue presente, y el reclamo de justicia sigue siendo una herida abierta en la sociedad argentina.
Un Recuerdo Vivo
Cada año, la esquina de Pasteur 633 se convierte en el epicentro de la memoria y el homenaje. Sobrevivientes, familiares de las víctimas, líderes comunitarios y ciudadanos se reúnen para recordar a aquellos que perdieron la vida y renovar su compromiso con la búsqueda de justicia. El acto central de hoy contó con la presencia de autoridades nacionales, líderes de la comunidad judía y representantes de diversas organizaciones sociales.
En un emotivo discurso, el presidente de la AMIA, Ariel Eichbaum, recordó a las víctimas y enfatizó la necesidad de mantener viva la memoria colectiva. “No podemos permitir que el olvido se imponga. La memoria es nuestra herramienta más poderosa para exigir justicia y evitar que tragedias como esta se repitan”, afirmó.
Justicia Inconclusa
A pesar de los múltiples esfuerzos y las investigaciones realizadas, el caso AMIA sigue sin resolverse plenamente. El atentado ha sido objeto de numerosas controversias y denuncias de encubrimiento y corrupción que han enturbiado el camino hacia la verdad. Diversas hipótesis han señalado la participación de elementos extranjeros, así como la complicidad de actores internos, pero hasta la fecha, no ha habido condenas firmes.
El fiscal especial para la causa, Sebastián Basso, reiteró en su intervención la complejidad del caso y las dificultades enfrentadas en el proceso de investigación. “Han pasado 30 años, pero nuestro compromiso con la verdad y la justicia no ha disminuido. Continuaremos trabajando incansablemente para esclarecer este crimen y llevar a los responsables ante la justicia”, declaró.
Testimonios de Resiliencia
Entre los asistentes, los testimonios de los sobrevivientes y familiares de las víctimas resonaron con fuerza. Ana María Borensztein, quien perdió a su esposo en el atentado, compartió su dolor y su esperanza de ver algún día justicia. “Han sido 30 años de lucha y sufrimiento, pero también de resiliencia y fortaleza. No descansaremos hasta que se haga justicia”, expresó con voz firme.
Un Compromiso Colectivo
La conmemoración del atentado a la AMIA es un recordatorio de la importancia de la unidad y la solidaridad frente al odio y la violencia. Diversos sectores de la sociedad argentina se han unido en esta fecha para reafirmar su compromiso con la memoria y la justicia. Organizaciones de derechos humanos, grupos estudiantiles y ciudadanos de a pie han participado en actividades conmemorativas a lo largo de la semana, incluyendo marchas, vigilias y actos culturales.
El 30° aniversario del atentado a la AMIA invita a reflexionar sobre la necesidad de mantener viva la memoria histórica y redoblar los esfuerzos para alcanzar la justicia. Es un momento para recordar a las víctimas, apoyar a sus familias y reafirmar nuestro rechazo a cualquier forma de terrorismo y violencia. Que el recuerdo de esta tragedia impulse a construir una sociedad más justa, inclusiva y solidaria.