El 25 de noviembre de 1960 fueron hallados en la República Dominicana los cuerpos de las hermanas Mirabel, tres mujeres que enfrentaron el terror de la dictadura de Trujillo. En su homenaje, esta fecha se recuerda como el Día Internacional de la No Violencia contra la Mujer.
Eran los últimos días de los treinta años de la feroz dictadura que Rafael Leónidas Trujillo impuso a su país sobre un modelo bien conocido en la América Latina, liberalismo antinacional y lo que ello implica, corrupción sin límite, que le permitió amasar a unos pocos fortunas incalculables, ubicación de familiares y adicto en los puestos claves del poder, violación de toda legalidad y represión sangrienta con los opositores.
En este escenario, muchos dominicanos optaron por la lucha clandestina, con todos los riesgos que esa decisión implicaba. Esto ocurrió con las hermanas Mirabel, Minerva, María Teresa, Patria y Dede, que se iniciaron en la oposición a través de la Iglesia. Sus acciones comenzaron a molestar al régimen y fueron detenidas durante varios periodos. Los maridos y compañeros de las mujeres que también actuaban en la clandestinidad fueron encerrados en una prisión lejana y aislada, obligando a las mujeres a realizar un largo y peligroso viaje para poder visitarlos.
Durante el transcurso del mismo, tres de ellas, Minerva, Patria y María Teresa fueron asesinadas y sus cuerpos encontrados en un precipicio al pie de un risco. Dede se salvó porque no pudo viajar. El diario oficialista El Caribe afirmó que la muerte se había producido a consecuencia de un accidente. Sin embargo, para la mayoría del pueblo, las mariposas, como las llamaba todo el mundo, eran las nuevas víctimas de la injusticia y en su memoria se alzó un santuario.
La única sobreviviente crió a los hijos de sus hermanas muertas y fue a través de su testimonio que el mundo entero conoció esta historia, que simbolizan resistencia y lucha.